16/52 odio el sur.

su inaccesibilidad en carro.

sus tardes lluviosas.

sus casas convertidas en oxxo.

su supuesto saber intelectual cultural.

su Miguel A. de Quevedo que nadie ni sabe qué edificios construyó ese ingeniero-arquitecto-personaje-avenida.

su principio de Gabriel Mancera, también lo odio.

su aire de superioridad frente a otras delegaciones.

su María Rojo.

sus personas según de izquierda, yo leo La Jornada.

sus escritores paseando perros.

sus actores y cantantes, también paseando perros.

odio Cerro del Agua porque es imposible subir todos lo días en bici.

odio que este llenó de baches.

odio Copilco.

odio la plaza de Coyoacán y su basura.

las colas para entrar a comer a cualquier lugar.

odio que la Dabo sea ahora un lugar de locales de fritanga.

odio el sótano Coyoacán convertido en tienda de juguetes.

odio la casa de Frida Kahlo convertida en negocio de mercancía para turistas.

odio el sur y sus esculturas de Vicente Rojo frente a la Comer y su palacio espantoso Galerías el Triunfo.

además me siento triste cuando lo visito.

cuando tengo que ir al sur me da grima.

me resisto a ir.

a recordar que en donde hoy hay un Little Caesars antes había una casa que me gustaba.

y en el lugar de una librería colofón ahora hay un bar.

y darme cuenta que las calles siguen igual de rotas.

y ya no vivo ahí.

alguna vez fui feliz en el sur.

y me gustaron las jacarandas en flor.

y me gustaba la Coyoacana, antes incluso de tener una terraza.

y me gustaba ir a tomar café a la calle de la Higuera.

y me gustaba sentarme en las bancas rojas de la Conchita.

y me gustaba ir al sastre, cuya esposa se llamaba igual que yo.

y me gustaba observar a los ciegos de la escuela salir a caminar a la plaza.

y a los alumnos de la Activa.

y la librería esotérica en tres cruces.

y su Parnaso.

y todo eso que se murió hace ya muchos años.

no lo odio realmente.

sólo me da tristeza y horror y hasta un poco de asco.

pero no puedo hacer nada.

cuando lo visito es inevitable pensar en ese pasado que ya no existe y verlo convertido en un Steren, en una gomichela, en una plaza Oasis.

p.d. también murió la tienda de abarrotes en donde ahora hay un Burger King, y murió también el sushi, y odio los 100 Montaditos que pusieron en donde termina av. Hidalgo.