19/52 dígalo con piedras
Dígalo con piedras fue un fanzine que hizo Abril durante la maestría en Artes Plásticas, en su momento llevaba una clase de bitácora en donde se ponía diferentes tareas y de ahí salió dígalo con piedras, también porque tenía una piedra salival atorada en la garganta y fue su manera de expulsarla. Este libro nació como surgen las emociones que vienen de las entrañas, siendo un recordatorio de cómo se dibuja y cómo se habla de lo que tenemos dentro. Recuerdo que leí el fanzine completo con ella, en el Cancino, por pura casualidad, yo iba caminando hacia nuestro estudio y me escribió que estaba ahí, así que llegué a los 5 minutos. Fue una revelación, sobre todo esta parte en la que es una gráfica muy sutil hablando de un tema profundo.
Este fanzine que se convirtió en libro en el 2021, fue un antecedente a Berenice. Hicimos un viaje, Mariano, Alex y yo, en arenita, a la ciudad de Querétaro, y Oswaldo, un genio de la riso, imprimió Dígalo con piedras, una sola tinta y con un cuadernillo en cartoncillo crudo. Hay una parte del libro en donde Abril comienza a hacer preguntas por el peso de las emociones, una analogía sobre cuánto pesan las piedras y lo que a veces cargamos dentro. Esa parte en su inicio era negro con una línea blanca, pero en riso era muy complejo hacer la plasta de color. Terminó siendo otra cartulina, pero la sección no terminaba en pliego, así que era imposible hacerla cuadrar para que cupiera en el mismo papel, había dos hojas que no tenían esa textura. Había dos caminos, guillotinar esa parte, tener una merma de papel, o dejarla, yo decidí dejarla. La encuadernación la hizo Jazmín Hidalgo y el libro quedó muy hermoso. Se terminó al toque. Esta primera edición se imprimió en agosto de 2021.
Al regresar de Querétaro la idea de tener una riso en el estudio cobró un sentido verdadero. Ese libro quizá lo hubiera impreso con Macolen, pero Macolen ya no existía para esa fecha. ¿Comprar una riso sería posible?
Una idea puede ser como un virus, dice Cobb en Inception. Es cierto. De ese viaje de Querétaro yo regresé infectada por la idea de una riso. Primero le pregunté a Oswaldo y él me contó toda la odisea que pasó para comprar la máquina que tenía y traerla de Estados Unidos pagándole a unos coyotes de aparatos electrónicos. Fue a recoger su máquina a un estacionamiento vacío a las afueras de un pueblo a una hora de Querétaro, cuando estaba ahí en medio de la nada a las cinco de la madrugada pensó que quizá era una estafa. Pero no fue así, un camioncito llegó y le entregó la máquina risográfica que tiene.
Después de meditarlo y de comenzar a ahorrar dinero… se hizo realidad. Berenice llegó un 8 de enero de 2022.
Dígalo con piedras fue ese comienzo. Al menos el inicio del deseo. Ahora, después de 2 años, vuelve a existir en una segunda edición.
Cambió su tamaño y el número de cuadernillos también, porque ahora está en su traducción al inglés. Dígalo con piedras está impreso en amarillo, azul y rojo. Azul para el español; rojo para el inglés. Y en las partes que en su primera edición estaban en otro tipo de papel ahora están en amarillo. Metí una plasta de amarillo en esa sección. Para ahorra máster lo que hice fue imprimir las plastas en amarillo tanto para la versión del español como para la del inglés. Tenía que se muy meticulosa en el cálculo de papel por cuadernillo y no perder la noción de cuál iba con cuál. Complicado si no tenía las letras… el domi que hice me daba una idea. No sé en qué momento me equivoqué… imprimir es entrar en un estado de mente reptil, pero a la hora de tirar los demás colores nuevamente el amarillo no cuadraba en toda la parte… horror. Me di cuenta demasiado tarde, ya tenía todo el tercer cuadernillo, español e inglés impresos… decidí dejarlo así.
Había hojas que tenían fondo normal y hojas amarillas.
Intenté regresar sobre mis pasos y ver cuál había sido el error.
Nunca lo supe a ciencia cierta. Mi teoría es que al girar el papel para imprimir la plasta amarilla lo puse de cabeza e imprimió solo una parte porque la plasta amarilla no era uniforme, había partes que se combinaban con fondos normales. Eso quiere decir que el pliego tenía 3/4 de amarillo y el resto no. Por lo mismo que esa parte jamás terminó en un pliego cerrado, desde la primera edición ha existido ese tema. Mi siguiente sugerencia para la tercera edición es que ese cuadernillo se agrande 4 páginas y no vuelva a tener este incidente en donde nunca logro que esté parejo.
Fue frustante al principio. ¿Volver a tirar todo el cuadernillo 3, seis pliegos en español y seis en inglés? No wey José. Ya había interrupido la impresión porque esa semana me enfermé de gripa. Y al armar los cuadernillos me molestó mucho ver que no tenían el fondo amarillo parejito en toda la sección. Pero ni modo, se tiene que vivir con eso también, no hay libro perfecto.
Después llegaron las propuestas de portada que diseñó Dani Bolívar y todas me parecieron muy sugerentes. En una feria de publicaciones le enseñé a Alf las opciones que más me gustaban, me dijo, ¿y por qué no haces tres portadas diferentes y ya? Al final tú eres la que lo imprime.
Qué difícil y absurda es la idea de elegir sólo una portada para un libro cuando de pronto se pueden tener tres impresas. Le compartí esa idea a la rat, y me dijo que sí, que eligiéramos juntas las opciones.
Eso hice. Imprimí tres portadas diferentes y me divertí mucho haciéndolo. El libro se encuadernó con Francisco Sándoval y también es muy bello, es muy diferente al que se publicó en el 2021, pero ahora tiene una vida bilingüe. Se puede comprar directo de nuestra página web.