2/52 temporada de Acuario

Idalia Sautto
4 min readJan 16, 2023

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a oc.

Manuel me cuenta sobre la era de Acuario mientras manejo a Cedro. Según su astróloga de cabecera es un momento en donde los paradigmas deben de cambiar. Paradigmas muy sólidos que cambiaran por completo para el resto de los próximos 35 años. Pienso qué podría ser tan diametralemente opuesto a un concepto que está ahí, dado por sentado. Las ideas son como un virus, pueden anidarse y crecer en nuestras mentes, diría Cobb, el personaje de Inception.

La era de Acuario como cualquier año nuevo chino trae muchos cambios. ¿Qué cambios radicales nos toca enfrentar? Mi mamá me pregunta casi todos los días si estoy bien. Noto en sus preguntas cierta preocupación, como de alguien a quien le han quitado las muletas y no sabe si podrá caminar sin ese apoyo. La nueva modalidad de vida es parecida a lo que me relató Manuel. Cambiar de paradigma es tan difícil que muchas empresas simplemente se va a quiebra pensando en modelos viejos. Para mí la agencia digital era el nuevo paradigma, la tecnología es hoy, la segmentación de Facebook, las audiencias, el slang cyber y toda esa jerga de palabras en siglas KPI, SM, UTM.

En el asiento de copiloto la noche anterior había dejado unos Kleenex en el suelo. Le comento a Manuel que los quite con cuidado porque pisé caca y para no ensuciar los puse y luego llegué tan tarde que no los recogí solo los dejé ahí. Manuel los apila uno sobre otro y los dobla, no están tan manchados como había imaginado que estarían.

La era de Acuario.

Enterramos a Larissa, la gatita de Isolda. La pionera en llegar a su vida de pareja con Diego. Larissa vivió con ellos en ese primer depa en Cuernavaca que mi prima Sam les rentaba. Larissa fue la primera gatita que retraté en ese episodio que tuve haciendo óleos de gatitos en 2018. Isolda me habló llorando para decirme que había fallecido y fui a ayudarla a cavar y enterrarla en el jardín de mi madre. Mi familia es atea. La doctora dijo: ahora está en el cielo de los gatitos. Isolda no dijo nada. Con sus manos fue acomodando la tierra alrededor del cuerpo blanco y amarillo y negro de Larissa. Yo acomodé las piedras y unas hojas encima. En ese mismo jardín enterramos a la Negra. Ninguna muerte es igual, todas son dolorosas. El duelo interespecie tiene su propio universo y sus propias señales. El mundo de una gatita termina y es como si algo de nuestro mundo terminara también ahí.

Al salir del jardín pisé caca de perro y medio me batí un poco porque había llovido por la tarde. Al subir al carro puse una alfombra de kleenex.

La era de Acuario, dijo Manuel, es un momento en donde las grandes y viejas corporaciones pierden poder y se van a pique. Los viejos circuitos de operación de las empresas ya no funcionan como antes. El mundo deja de confiar en lo que siempre había confiado. ¿A dónde se va la confianza? ¿Cuáles son las nuevas certezas?

Me hace sentido cuando pienso en la agencia en la que trabajaba. El jefe maximo de esa empresa curiosamente también es Acuario. No entiendo bien cómo son los acuarios. Nunca fuimos cercanos, solía decirle jefe supremo, como ese personaje con el que nunca interactué de lleno, solo ordenaba el mundo laboral en donde habité a distancia, en ese futuro del home office, la oficina fantasma tenía lugar en cualquier arquitectura, en mi compu de casa, en mi celular, en mi ipad. Era un empleo que iba conmigo como va la ropa. Al quitarlo quedé solo con el atuendo de la pitzi. Cuando mi madre me pregunta que cómo estoy le digo más o menos lo mismo, estoy bien, estoy contenta.

Mi porcentaje de tiempo en pantalla bajó un 35% el equivalente a dos horas y media.

Llegamos a Cedro y nos instalamos a trabajar. Es demasiado fácil hacer oficina con Manuel, se suma a la coreografía de Cedro con mucha familiaridad. Café, sí. Loop de música, también. Primero el de Scusi, luego el de Cedro. Hablamos de todos los temas, me explica por qué es mejor usar siempre un solo tamaño del pincel. Manuel dice que está en un bache y un poco harto de seguir dibujando la ilustración que sube todos los días. Lleva 6 meses y la meta imaginaria es llegar a julio. Es la mitad del camino. A mí me cuesta más trabajo entrar a Medium cuando es agosto, es el mes más complicado para seguir escribiendo. Quizá habría que echarle la culpa a la era de acuario. Tener un pretexto cósmico, que acuario sea el problema de enero.

Regreso a la casa y veo que mi amigo Norteño dejó en la alacena la salsa que le regaló mi mamá. Tendremos que comerla nosotros, dice Alex. Pienso que acuario tiene la culpa de ese olvido también. El despido, el estancamiento gráfico, la muerte de Lari… pero los nuevos proyectos también serán parte de Acuario, y serán positivos, no queda de otra.

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