20/52 Quise
Quise es un librito pequeño impreso todo en azul. Cuando vi el libro llegar de la encuadernación pensé de inmediato que era como un caramelo, porque tiene una hoja de cortesía en azul de prusia tal como se llama la colección de poesía de Alacraña. Luis Téllez Tejeda aka El Pávido Návido es nuestro amigo y compañero en las andanzas fanzineras. Berenice ha impreso varias cosas de él, así que este libro es una raya más al tigre.
¿Qué cartulina quieres para la portada? Le pregunté a Abril, que es la editora de este libro.
¿Cuál me recomiendas? Pensé en decirle que quizá una bristol funcionaría, pero con Abril tengo mucha confianza, recién había impreso Dígalo con piedras y para el forro había elegido una cartulina secante de 220 gr. Lo mismo pasó con la cartulina para Cuasifixiones. Mi gusto por el secante no tiene límites, y pensé decirle tal cual qué cartulina me venía a la mente… pero conciente de que no estaba siendo objetiva, no se puede ser objetivo con una obsesión. Es un papel con textura que se vende generalmente para imprimir portavasos porque es muy absorbente (absorbe el sudor de una cerveza por ejemplo) y también porque es muy gruesa, se puede secar y sigue aguantando más vasos húmedos. Abril, la rat, respondió, qué mejor que imprimir un forro en una cartulina que está atravesada por el deseo. Es verdad, así que se imprimió en papel secante esa portada, se colocó una astrobright azul como hoja de cortesía y el interior está en book cream de 90gr. Un verdadero caramelito, su tamaño es peque, un centímetro menos que 1/4 de carta, así que cabe perfecto en la bolsa de la chamarra.
Tiene un pájaro entregando una carta en la portada, porque según entendí, estos poemas están escritos para ser enviados por correo. Leí el libro en voz alta y de corrido el mismo día que llegó de la encuadernación.
Que fuéramos al futbol, aunque no te gustara / aunque se nos helara el cuerpo / cuando la porra gritara “puto” / a cada despeje de cualquier portero, / que — poco antes del final del partido — con varias cervezas en el cuerpo comenzarás a contestar con el grito / sí soy / y me diera risa, pero también miedo, / comenzara a pensar en lo que somos / en que nunca lo habíamos dicho / — no con palabras — / sí, quise que lo dijeras, / o más bien, hoy lo hubiera querido — / para poder decirlo también / nombrarme contigo, pero no ese medio día / no podía quererlo entonces, porque a los dieciocho años mis únicas certezas eran / tomar caguama y bailar ska.
P.D. Al escribir esta entrada estoy teniendo una revelación; estoy cayendo en cuenta que el mismo problema que tuve al imprimir la vuelta de la portada de Quise, fue el error que tuve con las plastas amarillas de Dígalo con piedras, estaban al revés. Sólo que en Quise era muy evidente el error y en Dígalo con piedras no lo pude ver hasta que imprimí los textos.
