21/52 Barry
Como todo lo que veo a medias ésta no fue la excepción.
En algún momento del 2022 cuando todavía teníamos tele funcional en Cedro, Mariano estaba viendo esta serie. Así que vi unos capítulos con él y después vi que Alex a su vez también la veía y fui completando la historia de tramo en tramo. Cuando no entendía algo me explicaban. La última temporada sí l vi completa y cada semana tal como iba apareciendo en la plataforma.
Barry lo tiene todo. Es muy tremendo y muy chistoso a la vez. Mi personaje favorito es el ruso pelón. Quizá porque encarna poder ser malo y naif al mismo tiempo.
Mi episodio favorito es cuando todos son ahogados en una planta de arena. También me gustó el final de la serie pero no tanto como el abordaje de cada uno de los personajes. El maestro de actuación que cae en todas las trampas del destino por ser un ególatra es muy revelador. Me hizo pensar en personas que he conocido que solo están ensimismadas en su propio rollo, sea carrera o trabajo, pero que nunca conectan con los de afuera. Siento que en Barry todos tienen su merecido y quizá eso hace que como espectador no haya frustración. Logran una curva hacia su propio final, cada uno, uno por uno.
Es muy fuerte ver cómo la gente que tiene poder, armas y una violencia infinita hacia el prójimo puede ser la gente más tarada y estúpida que alguien puede encontrar. En Barry logran que una pueda reírse de eso, pero en el fondo es muy triste.
¿Qué estoy sintiendo?
Cuando pienso en Barry creo que la mayor parte del tiempo estuve riéndome de las situaciones. Frente a este recuerdo, me gustaría ser más ligera y poder reírme más de las tragedias y no agüitarme cuando me tocan de refilón.
Vivir la vida más como Barry, menos como Hank. Esto quiere decir: poder salir de las situaciones de tragedia como se cambia uno de calcetines.
Recordé un libro de Vila-Matas en donde describe cómo detesta la gente que usa la frase «tomarse la vida con filosofía», Vila-Matas se pregunta qué demonios significa eso, y concluye que no es otra cosa que tomarse la vida «alegremente»
¡Bip! ¡Bip!