25/52 opinó
Oppenheimer, quise poner Oppi como título pero el corrector puso «opinó».
La fui a ver al cine y me decepcioné. De pocas películas he pensado, ¿por qué no me salí antes?
En las redes sociales le preguntaron a actores famosos qué película verían primero si Barbie u Oppenheimer. Cuando vino Manuel a Cedro le hice esa pregunta, respondió: sólo Barbie.
Quería ver Oppenheimer por Christopher Nolan, porque admiro mucho sus otras películas. Y también porque la bomba atómica me parece un gran evento histórico, triste, oscuro y radical. Cuando Abril me entrevistó para Ruido blanco, le dije «seríamos mejores personas si hubieran bombardeado nuestra ciudad», suena fuerte pero es algo que sigo sosteniendo. Qué otra situación al límite nos lleva a reformular el rumbo de una cultura y una sociedad.
Quería saber qué pudo pensar el creador de semejante bomba. Y fue decepcionante ver la trivialidad con las que decidieron bombardear las ciudades japonesas. Me cayó muy mal que lo retrataran de esa forma, falta de tacto, tantita madre. Quizá es cierto que incluso en la creación de una bomba atómica la banalidad del mal impera. Pero esa banalidad se ve retratada en la película sin pensar en las nuevas generaciones. ¿Qué pensó un historiador en Japón al ver esta película?
A diferencia de Barbie, Oppenheimer es una peli de hombres blancos conquistando el mundo, destruyéndolo por vanidad.
El tema de la bomba está enturbiado por una venganza personal de otro químico (Ironman) contra Oppenheimer y está el tema de la mujer de él soportando que sea un cretino. Un juicio y una amante comunista que se suicida.
«Es una película hecha para ver en iMax». La fuimos a ver al cine normal. Y aún así logró aburrirme. Salí enojada del cine con ganas de patear las palomitas.
Alex me dijo que debería fijarme también en otras cosas importantes de la película, como la realización, las tomas, la fotografía, etcétera etcétera, pero siempre decido quedarme con la trama y la historia.
Puede ser.
