26/52 escribir en clave
Hoy comencé un proyecto de cero. ¿Hablar es escribir? ¿Cómo se comienza un texto sin hablar del contexto?
Primero tengo que abrir un candado. Quizá el más fácil sea el del diario, el candado de juguete, que no necesita una llave para abrirlo, ejerciendo un poco de presión es suficiente.
La contraseña más vieja que tengo provenía de un libro de Cortázar. Se trataba de un nombre que le ponía la Maga a su hijo, tenía varios, y yo fui saltando de uno en uno.
Caballito de juguete, nariz de azúcar, lector hembra y su contraposición, el lector macho. A cada uno agregaba el número de la calle en donde estuviera viviendo. Mis contraseñas tenían referencias para recordarlas.
Un día decidí que la mejor contraseña tendría que venir del inconciente puro.
Escribir solamente palabras inventadas sin ninguna referencia literaria. Ya nunca el caballito de juguete, una serie de letras al azar.
w
o
m
y
Abril dice que intente copiando conversaciones. Pero me avergüenza mostrar mis chats, pero intentaré hacerlo, encriptando también su contenido. Quizá me he vuelto una experta en colocar contraseñas que después yo misma no puedo desencriptar.
¿Los diálogos tienen candados?
F: Ya no lo recordaba ¿cómo está? ¿quiere sufrir o ya está bien?
Yo: no sé, quisiera creer que sí existe la posibilidad de cambiar, de mover de lugar las cosas. Siempre me gustó platicar con él.
F: Ojalá.
Yo: Extraño un poco eso
F: Sí, no era mal bicho. Solo estaba traumado.
Yo: Sí, al parecer ha cambiado bastante su suerte
Evita hablar del contexto.
Evita hablar en dónde están, por qué están ahí.
Solo escríbelo.