30/52 Beau tiene miedo
¿Por qué quisiera uno como guionista hacer sufrir tanto a un personaje?
La película de Beau, con la extraordinaria actuación de Joaquin Phoenix, muestra la vida miserable de un pobre cincuentón con miles de problemas. En las primeras escenas vemos que Beau realmente quiere hacerse cargo de su shet, visita a su psiquiatra y habla de la próxima visita que hará a casa de su madre.
De regreso a su casa, vemos que vive en una esquina llena de adictos y personas en situación de calle. Solo logra entrar a su edifico corriendo y evitando a toda la gente. En la puerta de su departamento anuncian que hay una araña violinista, que tengan cuidado. Observamos que la araña se esconde abajo del sofá cuando abre la puerta. Cuando por fin logra conciliar el sueño, escuchamos que afuera matan gente, chocan carros, caos interminable.
Pierde el vuelo para ver a su mamá por una serie de inconvenientes. Al salir se le olvida un hilo dental, deja la maleta en el pasillo y se la roban, también toman las llaves del depa. Se toma sus pastillas y no tiene agua y cuando va a la tienda de enfrente entran los adictos a su depa y la destruyen. Mientras se queda dormido en un andamio afuera de su casa. Cuando por fin puede recuperar su departamento y meterse a tomar un baño. Recibe la noticia de que su madre ha muerto. Un candelabro le cayó en la cabeza y la mató en el acto.
En la bañera se da cuenta que encaramado hay un tipo en el techo. La araña violinista le pica la mejilla y le cae encima a Beau. Sale corriendo desnudo de su casa porque el tipo intenta matarlo. Cuando va cruzando la calle una camioneta lo atropella, en el suelo un indigente loco lo apuñala.
Despierta en casa de unos doctores que resultan ser los que lo atropellaron y lo comienzan a curar. Pero la hija de éstos es una adolescente mala onda que le hace ver su suerte y lo intenta correr. Lo hostiga a que fume mota y después de mucho se logra escapar corriendo por el bosque.
Llega a una obra de teatro en medio de la nada. Y en un viaje, de mota o del teatro, no se sabe, pero claramente con otra estética, con escenarios hechos de papel, ve su vida pasar, una vida alterna, en donde encuentra un pueblo, se establece, se enamora, se casa, tiene hijos y la posibilidad de tener una vida bien, normal, quizá feliz. Pero cuando por fin llega ese momento de solo disfrutar la vida un huracán azota la casa y le destruye a la mujer y a los hijos. Derrotado, dice ¿por qué a mí? Un hada o ángel se aparece y le dice tú sabes porque te pasa todo esto, y él responde no, no sé. Sí sabes, le replica, y él finalmente concluye: «he sido un cobarde toda mi vida».
Sale del bosque después de que un loco que también es paciente de los médicos lanza una bomba. Y ya, sabemos que fue su viaje. En la carretera logra que le den raid al funeral de su madre. Al llegar, el funeral ha terminado. Y nos enteramos que la mamá había sido una tipa con una empresa muy exitosa, una gran carrera, y que el edificio en donde Beau vive es de ella.
Su cuerpo descansa ahí en un féretro abierto. Podemos ver sus manos, su traje, y una almohada sin cabeza.
Al final la madre regresa, no está muerta, solo se hizo pasar por muerta y tiene una discusión muy interesante con su hijo. Y lo que sigue es una analogía perfecta a los adictos que se metieron a su casa y le dejaron caca en la licuadora: la mamá le revela que tiene grabadas más de 300 sesiones con el psiquiatra de su hijo y le pone en altavoces las cosas que dijo sobre ella. El psiquiatra sale del baño y mientras lo ve le da un buen de risa.
Beau tiene un brote psicótico y no es para menos.
Por más que pienso en Beau, mi conclusión es que se trata de un Segismundo moderno. Su único pecado es haber nacido.
Moraleja: no sean cobardes en la vida. El pago por ser un hijo de mamá y nunca revelarse se paga caro.
Spoiler:
Beau termina enfrentándose a unos testículos gigantes y un pene (no tan grande) pero con una carita de maligno. Después mata a su madre y se escapa en una lancha. Llega al final a un podio en medio de un lago que es a su vez un estadio. Y lo juzgan.
Beau está ahí escuchando el juicio, paradito, en la lancha.
Lo juzgan desde que es niño por ser un mal hijo hasta que por fin se cae de la lancha y se ahoga.
Fin.