32/52 septiembre 2019

27 de septiembre 2019

Por las tardes es difícil que no me tome unos 15 minutos para reposar la comida. A veces me quedo dormida y otras no pasa nada. Hoy fue diferente porque estuve trabajando en el estudio por la mañana, regresé a la Tabacalera a comer. En mi casa no hay luz desde anoche, a las 8 pm.

Regresé a las 3:30 y seguía la casa sin luz.

No solucionó nada el eléctrico.

Me acosté y señor Pantro vino a mis piernas. Lo único importante en el refri es el jamón y el queso, que podré tirar mañana.

No tener luz, en realidad, no es tan problemático porque puedo trabajar en Panamá. Pienso que podría comprar una hielera y poner ahí algunas cosas del refri. Cargar mi compu en el area común del edificio. Descansar a las 8 cuando ya no haya nada de luz.

No dormí la siesta.

Solo pensé en todas las posibilidades de vivir sin luz.

Un día soleado pero con aire fresco.

Crucé Juárez a toda velocidad y llegué en punto de las 5. Tuve una pequeña junta con Jorge. Revisamos el guion de W.S. y luego nada, cuando estaba terminando de buscar imágenes de big stock, me escribió Abril invitándome a comer un helado a la Roxy.

Es la segunda vez que lo hacemos.

Comer helado debería estar siempre en el itinerario.

Cuando salí no pensaba en nada particular. Disfruté el trayecto llenó de personas invitándome a entrar a un antro de República de Cuba. Pedí helado de Macadamia y di un sorbo a la malteada de pistache de Abril.

Regresamos caminando a Panamá y de verdad siento que estos viernes comienzan a marcar una nueva etapa de mi vida.