39/52 la carta

Idalia Sautto
3 min readNov 1, 2021

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Afiche de Esto es un libro

Yortz Dávila, el deportista de sofá favorito de la NoFm, me invitó este trimestre a grabarle un video que hablara en menos de 10 minutos sobre cómo se escribe una carta o un correo electrónico.

Estuve dándole vueltas al tema de la carta y al final elegí cuatro caminos: el literario, la carta que escribe la Maga a su hijo en el capítulo 32 de Rayuela, la de Kafka en Carta al padre; la carta como obra de arte, el ejemplo es la carta de Federico Peralta Ramos a la fundación Guggenheim, y la carta como despedida y me fui a releer la carta de Kurt Cobain. No creo que sean los únicos ejemplos de carta, pero para hablar en 10 minutos sobre cómo se escribe una carta o qué tipos de cartas existen me parecieron adecuadas. Después el tema de la carta se me fue apareciendo a lo largo de octubre.

En La ley del deseo (Almodóvar, 1987) el protagonista, Pablo, es un guionista de cine muy aclamado. Está perdidamente enamorado de Juan, un chico que no sabe bien si lo quiere y que se porta esquivo con él en público. Juan hace un viaje a su pueblo y Pablo se queda en Madrid. Le manda una postal del faro que hay en su pueblo y de la playa a donde quiere llevarlo. Es una postal simple como el mismo Juan.

Pablo se molesta de lo breve y superficial que es la postal. Le contesta entonces que prefiere él mismo escribir la carta en su máquina y se la enviará para que solo la firme.

Hace mucho que no recibo una carta de amor. Un correo electrónico en donde se pueda sugerir el deseo. El mes pasado abrió la Librería Volcana, en la Santa María la Ribera, y pude echarle un ojo a una editorial que no conocía: dos filos. Compré el libro de Luisebastián Sanabria,“Sé huir”. Un libro que como La ley del deseo, intenta descifrar lo que se siente a través de la escritura. Sentir primero con la palabra escrita para después acceder al deseo.

En Sé huir de Luisebastián Sanabria, un ensayo autobiográfico agridulce, menciona cómo las personas que no quieren (o quizá no saben) escribir tampoco saben muy bien lo que quieren para ellxs mismxs, tampoco pueden decir si aman o si sienten dolor. Es curioso, menciona justo el autor, que en plataformas como Grinder las conversaciones son monosilábicas, el encuentro entre hombres se reduce a una palabra: culo, verga, activo, pasivo. Y eso también hace que el mismo deseo se diluya. En la película de Almodovar, la carta es el detonante de la acción, la activación de un deseo. Me parece que el imperativo de John Waters debería decir también: si esa persona no te ha escrito una carta NO TE LO COJAS. Necesitamos conseguir que las cartas sean chidas otra vez.

Acá escribí una carta de amor, la carta que quisiera recibir para sentir que algo dentro de mí se enciende como esos videos de Madonna en donde el cuerpo quiere moverse. Pero preferí quitarla de aquí y enviarla por privado. Supongo que la carta de amor solo puede ser entendida en el contexto que viven dos personas o en las pelis de Almodovar en donde alguien siempre muere.

Idalia,

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