5/52 HERE T[HERE] OR HERE OR THERE

Idalia Sautto
3 min readFeb 1, 2024

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Aquí allá o aquí o allá, o esto y aquello o del lado de allá, del lado de acá.

La semana que imprimí Here t[here] or here or there, un zine fotográfico de Adrian pensé de inmediato en el lado de acá; en el lado de allá, acá o allá, da igual… Le comenté eso a April, es como “Hopscotch”, usé el nombre en inglés y recordó que así se llama una librería en Berlín en donde venden libros en español, exacto, es por esa novela de Cortázar. Entonces vi en su mirada la notificación de 404 file not found. Entendí que “Cortázar… ni te topo”. Pero ni de oídas. Nada de nada. Supongo que porque es una lectura latinoamericana o porque en su contexto jamás salió a relucir.

Hace muchos años me regalaron Hopscotch, la traducción de Rayuela al inglés. La tenía en el librero blanco que está en Cedro. Le pregunté a Mariano y me dijo sí yo la vi hace poco, como si estuviera paseando fuera de la estantería. Se la regalaré a April. ¿En serio? Asomó Mariano su carita por la puerta de la dirección. Pues sí, qué mejor que ella para tenerla.

Ese día la llevé conmigo y se la di.

Para mí Cortázar, no sólo por Rayuela, fue un referente clave de mi formación. Y no lo digo en el tono farol o del meme de platanito “muy culta la pendeja…” lo pienso en pleno sentido de la palabra de formar, entender parte de la lógica del mundo. De comprender la estructura de un cuento leyendo Continuidad de los parques. De entender las relaciones tóxicas en Modelo para armar. De aprender de música y buscar la biografía de Billie Holiday, porque en un cuento a la protagonista le tienen prohibido escucharla por ser negra y drogadicta. Recuerdo que Eduardo Casar, en la Sogem, decía que Cortázar era para adolescentes o que era una lectura adolescente, algo así, quizá sí, por esa cosa didáctica de aprender el mundo de los adultos a través de la literatura. Puede ser, Cortázar era mi aplicación favorita, la fue por esos años, mi google personalizado, mi RAE de la literatura, mi algoritmo de música. Aunque ahora tenga mi distancia y mis reservas pensé en eso, soltar la Rayuela en inglés y que tenga otra vida.

Here t[here] or here or there es un zine que reúne fotografías; fragmentos de arquitectura, andenes de metro, árboles emergiendo del cemento, herrería en forma de rayos… Las fotos fueron tomadas entre 2022 y 2024 en las ciudades de Roma, Munich, Génova, Berlín y la CDMX. Si se observa detenidamente se podrá entender que no importa en qué ciudad esté capturada la fotografía, los dípticos formados ahí hablan de un presente que puede ser allá o aquí, como si la esencia de la ciudad fuera la misma en cualquier parte del globo terráqueo, o más bien, la mirada de Adrian está focalizada en ciertas texturas que hablan un mismo lenguaje. Adrian Schiesser, su apellido es también la marca de una ropa interior para hombre en Alemania.

Imprimimos este zine y obviamente hubo errores que después se corrigieron en corte y confección. Manuel me dio varias opciones para que el zine quedara precioso y ayer que lo recogí del corte quedé impresionada. Nadie podrá imaginar el estrés y la decepción que sintió Adrian cuando supo que tenía un error de diseño. April dijo, lo siento mucho… estaba cansada y preocupada. Pero hubo final feliz… la costura a 3 milímetros del lomo hizo que el zine quedara muy hermoso.

“Here or there” a construct using adhesive tape as a visual device to trigger a perception of division of space. Del texto en contraportada por ©AdrianSchiesser

Cuánto llanto hubo por parte de Berenice en imprimir este pliego en negro y naranja. Al parece la mancha de color era súper intensa y hacía que se pegara la hoja al máster. Tuve que imprimir una por una… el zine consta con 50 ejemplares. Sólo 15 copias en México.

Adrian y April se fueron el sábado y al día siguiente reacomodando el cuarto, haciendo sillón la cama, guardando las almohadas, transformando el cuarto de visitas en el estudio que es, vi en la estantería Hopscotch. No se la llevó. No sé si fue intencional o por olvido o porque pensó que era un préstamo. O porque simplemente no es necesario leer una cuartilla de Cortázar para andar por la vida haciendo fanzines para eso tenemos internet y amigos.

Chido, bye.

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