51/52 retrato de chela y mezcal en 80 pesos o cómo el covid no nos mató en 2021
Me gusta imaginar libros viendo papeles, creando combinaciones de colores, tocando texturas. En el 2021 hubiera deseado que los procesos fueran más rápidos, y aunque tenía muy claro las publicaciones por venir, se hizo lento el camino.
¿Por qué no sale un libro cuando uno quiere que salga? Supongo que hay mucho del factor sorpresa, el tiempo de las vueltas de cambio, el trabajo extra que puede tener cada persona dentro del equipo, las decisiones finales que se puedan tomar, la vuelta de tuerca, el semáforo epidemiológico, los costos, etcétera. La verdad no tengo una respuesta, no sé por qué tarda tanto un libro en salir, a veces intento no pensar mucho en eso, no estresar los procesos porque si meto presión es cuando las cosas salen con errores.
El otro día me preguntó Abril cuándo pienso terminar las correcciones de mi novela. No supe qué decirle, hubiera querido tener una respuesta pero la verdad es que lo he ido dejando y dejando, una resistencia muy extraña se pone en juego ahí, a veces logro imponer mi voluntad y seguir al pie de la letra las correcciones, después me desanimo y lo abandono. También prefiero concentrarme en los proyectos que tiene la editorial y no tanto en un texto mío que se publicará. No sé por qué opero de esa manera. ¿Estoy dejando este proyecto para un mañana que quién sabe si llegue?
Hace un año escribí que el 2021 tendría que publicar al menos Disco de titanes, It was a dark and stormy night y Dígalo con piedras. Sólo salió Dígalo con piedras, pero los otros dos saldrán en enero y febrero de 2022. Se alargó demasiado ese camino… llegó otro libro: Conjuros de agua que también saldrá en 2022, el libro sobre la Jardín, y manuscritos que aún están en el mundo de las ideas pero que me emociona poder materializar. Me da un tipo de felicidad muy específica cuando pienso en lo que vendrá para la editorial este siguiente año, es gratificante ver cómo se produce una publicación que estará en el mundo quién sabe cuánto tiempo y cómo afectará y emocionará a otras personas de formas que quizá nunca pueda realmente ni conocer pero que están ahí, modificando el mundo de otra manera.
El 2021 fue un año en el que pusimos una blackout en el estudio, dos lámparas nuevas y también hemos decidido no tener más directores en Cedro. Hell yeah! Más libros y fanzines, más ferias organizadas por el equipo de la pitzi. Gracias Mariano y Alex por ser mis cómplices en esto de la edición y las playlists mensuales y la cumbia y las promos de Schultz.