52/15 Abril
Abril es el mes de mi cumple. He movido mi escritorio dos veces en lo que va del año. Ahora trabajo nuevamente en la mesa que era mi comedor en Allende. Siempre me acomodó bien escribir en esa mesa, la altura que tiene, sus manchas redondas de cervezas, la pálida pátina de la madera. Cuando trabajo en esta mesa inevitablemente me siento en casa, esta mesa es mi hogar también.
Llevo varios años diciendo que nací en noviembre. Las personas que tienen poco tiempo de conocerme creen que mi cumpleaños es a finales de año. Pienso que más o menos igual funciona la Historia. Las personas recién nacidas se creen los cuentos de los viejos, y si en medio hay mentiras también las toman como verdades. He ido notando cómo mi falso cumpleaños se convierte cada vez en un cumple verdadero… y hasta me asusta esto de llevar hasta el fondo una mentira.
No recuerdo en qué momento comencé a mentir con mucha facilidad. Mentir de cosas absurdas. Mentir de cosas chidas también. Mi mamá me dijo que muchas veces cuando uno pronuncia un deseo aunque sea mentira termina convirtiéndose en verdad. Hace seis años cuando estaba en Berlín estuve en la feria de libros y arte Miss Read. Recuerdo pasearme entre las mesas y desear fervientemente estar ahí. Pensé: para poder estar aquí tendría que tener una editorial y tendría que tener libros no solo en español, también en inglés y en alemán. Quería y deseaba un sello editorial, sola, sin las intermediarias que tuve cuando formé parte de EP. Pero creo que sobre todo la idea de tener libros y compartirlos, siento que editar libros desbloqueó otra manera de involucrar la amistad en el proceso de hacer y publicar a personas que admiro y que el 100% son amigos muy queridos, pero también es el mejor motivo para viajar a otros lugares.
Ya son dos años que esa feria no se lleva a cabo por motivos pandémicos. Hace un par de meses vi abierta la convocatoria para participar, pedían varias cosas para poder ser expositor, pero llené todo al pie del formulario. La semana pasada me avisaron que estaba seleccionada, pero la feria es en 15 días y yo no tengo previsto poder hacer ese viaje. Ver el nombre de Pitzilein Books entre los expositores me dio senti, también me dio mucha emoción. Esto es lo que deseaba ese mes de abril del 2016.
Y aunque no vaya a Berlín este año, ahora mismo siento que da igual. Lo que realmente me tiene feliz es el equipo que he creado para la pitzi, ese llanero solitario que ya ni tan solitario. La posibilidad de seguir editando libros que me gustan aunque el viaje y la feria quede para otro momento. Lo bueno es que tenemos salud, diría Alex.
Hace rato platicaba con Abril sobre cómo algunos procesos editoriales son más felices si se hacen con amigos y con ese plus o empatía de saber cómo funciona el proceso editorial. Por la mañana vi que estaba mi nombre en la publicación de Placeres mínimos, un libro que se dará como regalo en la compra de los libros de las editoriales independientes que participan, ahí viene el adelanto de la novela que editó Abril en Alacraña. Siento que es un buen año para por fin despejar esa historia.
Ayer vi La peor persona del mundo, pero creo que eso es otro medium.
