52/16 Abril 21
Mariano dice que La peor persona del mundo será la Amélie de esta generación. Supongo que lo dice porque le gustará a muchas personas y esas personas se sentirán identificades con Julia, el mismo nombre de la coprotagonista de 1984, hacia el final del libro las ratas le comen el rostro.
A mí me gustó por la confusión y la ambivalencia de los sentimientos. Esa búsqueda de primero sentir la carne y ser un cirujano y después pensar más bien hacia adentro, el alma o la estética de las formas, la fotografía. Julia es una mujer que lastima a quien la rodea por su falta de certeza en lo que quiere. Confía siempre a medias, los demás son parte de su vida pero no son una familia. Tampoco le es posible confiar en ella y no sabe hacia dónde girar, qué hacer, qué la hace sentirse viva. Comienza diciendo que es la más ñoña y que solo estudia medicina para probar que puede pasar las pruebas más complicadas. Y siento que desde ese lugar de la competencia se puede leer al personaje. Alguien con ambición supondría alguien con un deseo. Se conforma con poco, luego quiere más pero no sabe qué es.
Es verdad que no existen las consecuencias a ninguno de sus actos, quizá, sí, estar sola, vivir en su soledad. Es indolente porque atropella a quien tenga en frente sin que después pase algo. En el fondo así funciona la realidad, pocas veces hay una consecuencia a los hechos.
Hoy platicaba con Liz sobre el viboreo innecesario. La vida es una secundaria que no termina nunca. Siento que es un logro de pronto estar en el lugar de quien da un paso atrás y se aleja de las situaciones incómodas. El lunes, platicando con Jorge me decía que en nuestra h. agencia es difícil visualizar los esquemas de quién está arriba o abajo, hay cierta horizontalidad que nos hace convivir en una sociedad (dentro del trabajo) bastante igualitaria y de pares, eso es algo que le da mucha paz al ambiente laboral. El problema es cuando tenemos que enfrentarnos a los clientes en donde el esquema piramidal de sus propias empresas es muy claro. Y entonces aquellos, los de fuera, se espejean y proyectan en nosotros alguna casta social. Siempre he sentido que en ese esquema yo estoy en el nivel de los parias. Liz y yo tenemos un chat que se llama café en la terraza. Es como salir a tomar aire fresco y platicar un poco en el horario de la agencia. Te he notado muy ausente y no sé si hice algo que te ofendió, le escribí a Liz. En esa terraza imaginaria siento que estamos solas en un balcón sin ningún mueble, solo un barandal, en un piso 130, con un horizonte vacío. Ella me dijo que solo se había alejado porque sentía mucho estrés y prefería liberarse de eso. Se fue a Acapulco y regresó mejor.
Hoy es mi cumpleaños ¡Felicítame! escribí en el chat de Jorge. Es muy difícil saber cuándo es tu verdadero cumpleaños pero me alegra que me lo recuerdes, respondió. Hoy es tu cumpleaños, me escribió María. Es un gusto estar cerca de ti en este momento de la vida.
Ya no estoy enojado porque me despertaste, me dijo Alex por la mañana, ¿cómo está hoy la cumpleañera? Me regaló una pequeña Brother de bolsillo para imprimir etiquetas. Usa pilas triple A. Y siento que es el mejor regalo que puedo tener. Tiene la opción de elegir la tipografía en regular, itálica y negrita.
Espero que te gusté El amigo, me escribió Abril. Gracias por siempre estar ahí, me dijo Manuel. 38 años sin desperdicio. Ayer te veías muy contenta me dijo Mariano. Esta es mi familia, estos amigos que me rodean. Me siento un poco traicionado porque te he cantado las mañanitas dos veces al año, dijo Walter.
Entré a Co-star y decía que las verdades que se quedan en silencio devienen veneno… Pienso escribir hasta que llegue mi hermana. Dijo que vendría a darme un abrazo. Y hoy siento que quiero abrazarla muy fuerte y decirle lo mucho que me hace estar feliz y tenerla cerca. Hay varias verdades en esta nueva vuelta al sol: estoy rodeada de mucho cariño y estoy haciendo cosas que me gustan, eso es más que suficiente.
El listado de cómo ser un buen editor independiente dice que no hay que editar pensando en un concepto mercantil, solo comprometerse con el libro, y eso hago. “Hazte amigo de tus autores”, yo pienso que es alrevés, los amigos se convierten siempre en autores. Creo que la peor persona del mundo, no es la peor, solo tiene miedo a escribir, que en el fondo es su gran deseo.
Esta entrada es como un diario. Por la tarde hizo mucho calor y por la noche está refrescando y huele a humedad. Nunca cae lluvia en mi cumpleaños. Pero estoy dispuesta a aceptar el clima que sea.
Isolda no ha llegado aún, pero yo siento que he terminado por hoy.